domingo, 15 de febrero de 2009

El miedo al "afuera"


Esta novela de Amin Maalouf podría resumirse muy brevemente como la vida cotidiana de una persona cualquiera en una época cualquiera. Sin embargo, a pesar de la sencillez de esta frase, es una novela realmente interesante y entretenida. León, El africano nos muestra una vista del mundo musulmán que vive en Granada a comienzos del siglo XVI. Poco a poco, lentamente, pero siempre de una manera fluida y ligera, Maalouf nos acompaña por las ciudades más imporatanes de la época y nos presenta a los personajes más transcendentales del momento.Granada, Fez, El Cairo y Roma, son los cuatro lugares principales por los que pasa el personaje a lo largo de su vida. Pero a través de esta historia también se conocen otras ciudades realmente interesantes como Tombuctú, Alejandría o Constantinopla. Pasan por el relato, de manera próxima o lejana, personajes tan relevantes como los Reyes Católicos, el emperador Carlos V, Lutero, Barbarroja, Solimán, la familia Médici o el papa León X. En esta novela, Maalouf habla de la vida, de los progresos humanos, de las religiones, de las formas de entender la religión, del hombre madurando en cada paso que da, formándose a sí mismo gracias a las diferentes experiencias y al conocimiento de sitios diferentes y culturas distintas. Maalouf habla de las relaciones humanas más allá de las diferencias religiosas.Una de las cosas que más me ha gustado de estas historia es el equilibrio que consigue el autor entre las descripciones de lugares o costumbres y los diálogos entre la cantidad de personajes que aparecen pero, sobretodo, lo que más me ha gustado ha sido como consigue el libro colocarnos en el lugar de los musulmanes en la conquista de Granada por parte de los cristianos. Lo mejor, según mi opinión, es cómo consigue hacernos ver de una forma muy realista que los actuales españoles somos parte de los musulmanes y de que muchas de nuestras tradiciones, gran parte de nuestros avances y cultura y, además, muchos de nosotros, procedemos, posiblemente, directamente de ellos. Edgard Said, activista palestino, crítico político y teórico literario, afirmó en una ocasión, que el Islam es una “parte sustancial de la cultura española y no una fuerza exterior de la que hay que defenderse como si fuera un ejército invasor.”Debe perderse el miedo hacía aquellos que vienen de fuera, si es que puede decirse que hay alguien de fuera. El miedo hacia esto sólo nace de la ignorancia de que cuando se habla del mundo árabe, no se habla de un “afuera”.

Lucía Asensi

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