jueves, 8 de abril de 2010

Enamorate conmigo

En un lugar de Alicante, de cuyo nombre no puedo acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un filólogo, de los de pluma en bolsillo, libro bajo el brazo, vasta inteligencia y sonrisa en rostro. Enseñanzas algo más literatura que sintaxis, proyector los viernes, historia general los lunes, curiosidades religiosas los martes y alguna poesía de añadidura consumían toda parte de su tiempo…


Algún día, escribiré un libro cuyas primeras palabras no sean otras que las anteriores. Ese día se popularizará una novela en la cual se redacten las aventuras y desventuras de una adolescente que mantiene mágicas relaciones sentimentales con cantidad de hombres que sobrepasan, algunos con creces, los 50 años. El culpable, o aquel al que esa adolescente deberá agradecer este tipo de relaciones afectivas, será el filólogo antes nombrado en la introducción de mi futuro libro.

Sintiéndolo mucho, he de comunicaros que esa novela quizá no vea la luz hasta dentro de varios años, o que posiblemente las palabras que compongan sus páginas se queden atrapadas por siempre en mi mente sin ser compartidas; por ello, he decidido regalaros este texto en el que intentaré dejar plasmado un breve resumen de la historia.

Sitúense; principios del siglo XXI, algún lugar del sur de la Comunidad Valenciana, un primer día normal de clase, un peculiar profesor de castellano y una joven estudiante sentada en primera fila.

El profesor comienza a hablar, nombra a un tal Umberto al que la chica ya conocía y es justo entonces donde empieza lo interesante de la historia.

La adolescente conocerá más a fondo a Umberto, un escritor y filósofo italiano de unos 76 años experto en semiótica, y pasados unos días se enamorará locamente de él. Con este señor viajará al año 1327 para visitar una abadía ubicada en los Alpes italianos. Todo comenzará con una reunión en la que se va a discutir sobre la supuesta herejía de una rama de los franciscanos, pero la reunión se verá amenazada por una serie de asesinatos que nuestra protagonista y su actual compañero sentimental deberán resolver acompañados por los amigos de Umberto: Guillermo y Adso. La relación no durará más de un par de semanas pero en ese tiempo el escritor y filósofo le habrá hablado a la chica sobre el libro perdido de Aristóteles: La comedia y le habrá enseñado que se es extraño porque se es sabio pues tan solo los hombres pequeños parecen normales o que el diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.

Poco tiempo después, aún sin olvidar a su querido Umberto, el profesor le presentará a Desiderius Erasmus y, de nuevo, se enamorará. Este es un filósofo, filólogo y teólogo neerlandés de 472 años de la mano del cual conocerán a la locura (o estupidez) hecha carne, y esta les hará reflexionar y dudar sobre todos los aspectos poco cuerdos de la humanidad.

Más tarde, un tal Miguel será presentado a la chica, y sí, se volverá a enamorar. Miguel es un novelista, poeta y dramaturgo español de unos 461 años aproximadamente. Con su agradable compañía viajará hasta un lugar de la mancha para, durante varios días, conocer a su amigo Alonso Quijano con el que pasará momentos inolvidables de locas aventuras unas veces, y tristes desventuras las otras, acompañadas siempre de risas, reflexiones y enseñanzas.

Además de estas aventuras el anciano hará comprender a la joven cosas como que las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres, pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.

Pasado un tiempo nuestra querida enamoradiza seguirá sin poder olvidar a sus antiguos compañeros. Será entonces cuando aparezca Amin. Él es un apuesto escritor libanés de 59 años que llevará de viaje a la muchacha a lugares tan maravillosos como Granada, Fez, El Cairo o Roma en pleno siglo XVI y le hará relacionarse con gente tan relevante como Los Reyes Católicos, el emperador Carlos V, Lutero, Barbarroja, la familia Médici o el papa León X enseñándole que cuando todo el mundo se aglutina en torno a misma opinión la verdad está en otra parte.

Otro Miguel será su siguiente compañero sentimental, este tiene 88 años y es novelista y miembro de la Real Academia de la Lengua. Ambos se trasladarán a vivir juntos durante unos días a Valladolid, pero la joven, aparentemente no satisfecha de sus anteriores experiencias, se hará amiga íntima de un tal Cipriano, un chico reformista que vive en plena época de Contrarreforma.

Cuando la adolescente vuelva de Valladolid se encontrará con otro hombre y, de nuevo, como no, se volverá a enamorar. Este será el último señor que el profesor presente a la chica, pero dejará en ella la curiosa costumbre de enamorarse de casi todos los que vayan apareciendo en su vida. Arturo es como se llama este señor, tiene alrededor de los 57 años y gracias a él conocerá al gran Quevedo o a su amigo Diego Alatriste pasando con ellos excitantes aventuras en la apasionante capital de España durante el siglo de oro del país.


A lo largo de la novela se relatarían los acontecimientos con mayor precisión y aparecerían muchos más amantes, hombres y mujeres, de la chica. Este, como he dicho en un principio, tan sólo es un resumen de mi supuesta futura obra, y tampoco quiero haceros perder más el tiempo pues prefiero que lo empleéis enamorándoos de la forma en que la protagonista lo hace, viajando como ella, sintiendo como ella lo hizo y lo hará. No esperéis a que alguien os presente u os obligue a conocer a estos u otros señores y señoras, buscadlos, conocedlos, amadlos. Podéis elegid para vuestras relaciones afectivas a los mismos amantes de la chica, sé que a ella no le molestará pues esa chica soy yo.

Vale.


Lucía Asensi
Texto escrito hace ya dos años en contestación a las recurrentes críticas de los estudiantes por el hecho de tener que leer obligatoriamente.



Para más información se debería leer:
El nombre de la rosa (Umberto Eco), Elogio de la locura (Erasmo de Rotterdam), León el Africano (Amin Maalouf), El Hereje (Miguel Delibes), El capitán alatriste - Limpieza de sangre (Arturo Perez Reverte) y, sobre todo, El Quijote (Miguel de Cervantes).

"Leer te da más"


4 comentarios:

Helder dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Helder dijo...

Mi alma es un río de tinta sobre un papel que chirría y grita cuando mi corazón se agrieta y de dentro surge la figura siniestra de un rondador sin meta que me desposa del placer de la oratoria y la letra.

Cris dijo...

Y qué suerte tienen algunas chicas que conocen a chicas enamoradizas como la de la futura novela para que les presente a tan increíbles personas y consiga que se vuelvan a su vez, otras chicas enamoradizas.
Porque mientras haya chicas enamoradizas, habrá libros.

(y permíteme todas las redundancias)

Anónimo dijo...

Me encanta que seas tan enamoradiza. El mundo está lleno de amor, pero nos empeñamos en esconderlo. No lo escondas. Desata tu amor y conseguiras que el mundo sea un lugar un poco más féliz.

By: El hombre de hielo.